Salud Integral y Sexualidad Alternativa
La Salud Integral se refiere al bienestar total de la persona, que por ser unidades bio-psico-sociales-sexuales, requiere atender su salud física, mental, social y sexual como un todo integrado. Por lo tanto la Educación Sexual tradicional reducida y limitada (genitalizada, degradada, privatizada y en oposición), que hemos venido recibiendo y seguimos trasmitiendo a las nuevas generaciones de Niños, Niñas y Adolescente y también de Adultas/os es una limitante para el desarrollo de nuestra Salud Integral. Especialmente en esta época de tanto desarrollo de Internet y con el acceso sin límites que tienen Niños y Niñas, cada vez a menores edades, a la pantalla exponiéndose a recibir información de todo tipo y con diversas intenciones, información tergiversada e incluso realmente que atenta contra su salud integral. Es necesario que asumamos una Educación de la Sexualidad diferente, para que la pantalla y sus riesgos les encuentren con fortalezas educativas y con canales de comunicación abiertos con sus adultos significativos.
Tener otra mirada de la Educación de la Sexualidad es entenderla y asumirla relacionada con todos los aspectos de los seres humanos, individual y colectivamente. Debemos referirnos entonces necesariamente a la historia de –mujeres y hombres– corpóreos y sexuados y al trato que han establecido entre ellos y ellas en el trabajo, para realizar la producción de los bienes materiales y espirituales de existencia, así como el que establecen en las relaciones sexuales para la reproducción de la especie humana y por lo tanto de sí mismos/as, en su propia identidad.
La historia social es en definitiva la historia de la sexualidad, la historia de cómo hemos vivido nuestros cuerpos, nuestros placeres y dis-placeres corpóreos y relacionales, así como de las interpretaciones y valoraciones sociales de estos hechos. El cuerpo es entonces además de un ente biológico un significado una interpretación, concretándose en un lugar histórico social y culturalmente construido, para hacer posible y gestionar la vida individual y colectiva.
La construcción de la sexualidad está basada en como los genitales, como marcas corporales, han servido de base para reconocer dos modalidades de cuerpos bien diferenciados –el macho y la hembra– y para que se justifique la construcción sobre esos cuerpos sólo de dos maneras de ser, de sentir, de saber y en definitiva de existir, como las únicas maneras de expresión de nuestra sexualidad: es lo que conocemos como estereotipos sexuales de lo femenino y lo masculino. Las características socio-sexuales, que trascienden lo biológico, son reconocidas entonces como propias de dos maneras corporales y se asumen como naturales y previas a la existencia y a la práctica social humana, asignándoles a cada cual, según sus genitales como marca corporal, atributos físicos, económicos, sociales, psicológicos, de identidad, culturales, políticos, espaciales, éticos, llegando incluso a concebir estas características como naturales, hereditarias, genéticas y por lo tanto inmodificables e inevitables. Se crea así la norma heterosexual hegemónica que conocemos como la única forma de expresión y relación de la sexualidad humana.
La importancia que conlleva la Educación de la Sexualidad fue sintetizada por Simone de Beauvoir al afirmar en su obra El Segundo Sexo: “No se nace mujer [y yo agrego u hombre], se llega a serlo”. Las sociedades han creado y crean mecanismos para alcanzar el consenso social, domesticando los cuerpos y expropiándolos de su verdadera condición natural y social. Esto se realiza no sólo de una manera objetiva y material al asignarnos determinados roles (el hacer) y colocarnos en espacios y lugares sociales específicos (el estar) sino también y en especial de una manera subjetiva, al conformar en nosotros/as determinadas identidades, sentimientos y personalidades sexuadas (el ser). Estos como únicas referencias aceptadas y excluyentes.
Comprender las características de la construcción de la Sexualidad y develar la gran cantidad y diversidad de mecanismos que intervienen en ese proceso, así como reconocer los intereses políticos, ideológicos e incluso comerciales que se ocultan en ello, se convierte en una de las tareas prioritarias para transformar esta Educación de la Sexualidad en una Educación Alternativa, liberadora, emancipadora, desproblematizadora y orientada al disfrute pleno de nuestros derechos humanos y de nuestros derechos sexuales y reproductivos, sin violencias de ningún tipo y también alcanzar así una verdadera salud integral que incluye la salud sexual y reproductiva, tanto individual como colectiva.
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La Educación de la Sexualidad es concebida así como el resultado de la construcción de nuestra personalidad sexuada en la cual intervienen todos los actores/as sociales a través de una gran diversidad de experiencias y de medios y esta cambia al ritmo de los ecos históricos de cada época. Esta Educación Sexual Alternativa e Integral incluye todos los aspectos relacionados con la Sexualidad y sus dimensiones: Sexo biológico, que trasciende con creces los genitales, tal como vemos en el grafico; Identidad Sexual; Genero; Identidad de género; Orientación Sexual; Roles de Género y Comportamientos Sexuales. Comprender y conocer todas estas dimensiones es la única manera de garantizar el cuidado a nuestra salud integral en su dimensión sexual y contribuir así con la Salud y el bienestar de todas las personas, en toda su línea de vida.
Hisvet Fernández
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